¿Cómo afecta la diabetes a la visión? | Clínica Baviera

La Dra. Marta S. Figueroa, directora de la Unidad de Retina de Clínica Baviera, nos explica cómo puede afectar la diabetes a la visión del paciente y qué tratamientos existen para tratar estos problemas oculares.
¿Cómo afecta la diabetes a la visión?
La diabetes es una enfermedad tremendamente prevalente y que va a aumentar en prevalencia a lo largo de los años. Por esta razón es muy importante saber que esta enfermedad afecta a los ojos. Puede afectar a la parte posterior de los ojos, es decir a la retina, con un cuadro que se llama retinopatía diabética. En fases más avanzadas, también puede afectar a la parte anterior del ojo provocando un glaucoma por un aumento de la presión intraocular. Los pacientes con diabetes también tienen cataratas con más frecuencia.
¿Cómo se puede prevenir la retinopatía diabética?
La única forma de prevenir la retinopatía diabética, como otras complicaciones asociadas a la diabetes, es el buen control de la enfermedad. Esto pasa no sólo por un buen control de la glucemia (el azúcar), que es imprescindible, sino además el control de la tensión arterial y del colesterol. Es muy típico que los pacientes diabéticos, a parte de tener el azúcar en sangre elevado, tengan la tensión y el colesterol o los triglicéridos altos. Es necesario controlar todos esos factores para hacer que el riesgo de retinopatía diabética se reduzca.
¿Qué complicaciones puede ocasionar la retinopatía diabética?
Las lesiones iniciales por diabetes en la retina son muy poquita cosa. Empieza a haber alguna alteración del tejido nervioso de la retina, empieza a haber alguna dilatación de los vasos de la retina y daño de los capilares, ya que la diabetes es una enfermedad que afecta primero a los vasos pequeños y, con el paso del tiempo, también a los grandes. Lo mismo que ocurre en la retina puede ocurrir en el riñón, pero en la retina tenemos la suerte de poder verlo. En las fases más precoces se producen pequeños cambios, mínimos, y, a medida que avanza, se puede complicar con dos problemas que son más serios.
Uno es el edema macular, que es la causa más frecuente de pérdida de visión en un paciente con diabetes. Consiste en el acúmulo de líquido en la zona central de la retina, en la mácula, lo que produce, como siempre cuando se afecta a esta zona de la retina, pérdida de visión, distorsión de la imagen y, a veces, una mancha en el centro del campo de visión.
Los cuadros más agresivos asociados a la diabetes son lo que se llama retinopatía diabética proliferativa que se caracteriza por la aparición de vasos anormales que crecen en la parte de atrás del ojo, en la retina, y a veces también en la parte anterior. Este problema puede provocar consecuencias médicas muy serias y complejas: desprendimientos de retina, hemorragias masivas…
Hoy en día tengo que decir que es excepcional que se llegue a esta situación tan avanzada en nuestro país porque, en general, la atención del paciente diabético es muy buena por parte de endocrinos, médicos de medicina interna y médicos de familia. Además, los pacientes son cada vez más conscientes de la importancia de sus revisiones periódicas con el oftalmólogo. Y esto es muy importante. Los pacientes con diabetes deben hacerse revisiones anuales, incluso a veces más frecuentes si ya empiezan a tener lesiones en la retina, porque hoy en día disponemos de tratamientos que son muy útiles para conseguir que tanto el edema como los neovasos (vasos sanguíneos anormales) desaparezcan. Para ello es importante detectar estos problemas a tiempo para que las consecuencias sean menores y el problema pueda ser reversible.
Una vez que ha aparecido, ¿qué tratamiento tiene?
El edema con las inyecciones se suele resolver, con tratamiento local en el ojo. A veces el edema se debe a que se forma un tejido anómalo en la superficie de la retina y eso no se resuelve sólo con fármacos administrados dentro del ojo, sino que requiere de cirugía, de una técnica que recibe el nombre de vitrectomía que es una microcirugía en la que trabajamos desde dentro del ojo con pinzas, tijeras, con láseres y con otra serie de instrumental muy pequeñito, más o menos de medio milímetro.
Cuando aparecen vasos anormales el tratamiento también consiste en la inyección de fármacos dentro del ojo, a veces acompañada de láser que se aplica en la propia consulta, y, en los casos más avanzados, es necesario el tratamiento quirúrgico con esta técnica que se llama vitrectomía. Incluso, si aparece un desprendimiento de retina, la vitrectomía es capaz de resolverlo y de conseguir mejorar la visión de ese paciente.

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