EL FAISÁN - Orq. de Francisco Cárdenas - (letra subtitulada)
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15 سال پیش
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La Orquesta de Francisco Cárdenas
La Orquesta de Francisco Cárdenas interpreta el vals El Faisán, del maestro michoacano Miguel Lerdo de Tejada. (Musart D 196).
LETRA:
En lugar de remoto país
existió una princesa ideal,
en su faz desmayábase el lis
y su labio encelaba al coral.
Pero así como bella era cruel,
no sintió dentro el pecho el amor.
Y una vez que encontróla un doncel,
le expresó en un cantar su dolor:
Ciego de amor vengo a ti,
de tu luz vengo en pos
puesto que eres un sol,
soy ruiseñor y el zafir
te lució cual joyel
y tu luz me cegó.
Místico olor da el jazmín,
el diamante fulgor,
música el manantial azul.
Sólo, oh dolor, reina hostil,
sin tener corazón
morir me dejas tú.
Sin querer al doncel escuchar
le expresó la princesa rencor,
mas una hada la vino a hechizar
y la hirió convirtiéndola en flor.
El doncel tal desdicha al saber
a ver fué a la hechicera falaz
y exclamó: por piedad, quiero ser
a sus pies arroyo de cristal.
Así podré yo besar
a la ingrata beldad
que no supo querer
y en mi tenaz gorjear,
con murmullos de amor
mi pena le diré.
La hada amparó al buen galán
y al doncel convirtió
en riachuelo fugaz de amor,
que sin cesar corre ya,
cual de llanto un raudal
a los pies de la flor.
LETRA:
En lugar de remoto país
existió una princesa ideal,
en su faz desmayábase el lis
y su labio encelaba al coral.
Pero así como bella era cruel,
no sintió dentro el pecho el amor.
Y una vez que encontróla un doncel,
le expresó en un cantar su dolor:
Ciego de amor vengo a ti,
de tu luz vengo en pos
puesto que eres un sol,
soy ruiseñor y el zafir
te lució cual joyel
y tu luz me cegó.
Místico olor da el jazmín,
el diamante fulgor,
música el manantial azul.
Sólo, oh dolor, reina hostil,
sin tener corazón
morir me dejas tú.
Sin querer al doncel escuchar
le expresó la princesa rencor,
mas una hada la vino a hechizar
y la hirió convirtiéndola en flor.
El doncel tal desdicha al saber
a ver fué a la hechicera falaz
y exclamó: por piedad, quiero ser
a sus pies arroyo de cristal.
Así podré yo besar
a la ingrata beldad
que no supo querer
y en mi tenaz gorjear,
con murmullos de amor
mi pena le diré.
La hada amparó al buen galán
y al doncel convirtió
en riachuelo fugaz de amor,
que sin cesar corre ya,
cual de llanto un raudal
a los pies de la flor.
15 سال پیش
در تاریخ 1388/06/10 منتشر شده
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